domingo, 26 de abril de 2015

1905. EL Modernismo Coruñés. 1915. El estilo Ecléctico.

La caída de la muralla del frente de tierra, que discurría entre el fuerte del Malvecín o fortaleza de salvas, situado en la bahía, y el baluarte del Caramanchón, en el Orzán,- la actual avenida de Juana de Vega-, va a propiciar el nacimiento de los primeros ensanches y plazas de la ciudad. En los cuales se va a llevar a cabo un extraordinario trabajo arquitectónico y urbanístico de la nueva Coruña de principios del siglo XX. Nacen tres de las más señeras plazas coruñesas: 
La de Pontevedra, la de Lugo y la de Orense. En ellas estará muy presente un nuevo arte, una estética nueva, en la que van a predominar la inspiración en la naturaleza, el uso de la línea curva, asimetría en planta y alzados, empleo de imágenes femeninas mostradas en actitudes delicadas. La libertad para el uso de motivos exóticos así como un guiño a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos. Nace el modernismo coruñés. 

La Coruña se verá inundada con proyectos de elegantes y nobles edificios que serán diseñados y rematados por los arquitectos, Antonio López Hernández, tío de mi entrañable amigo Curro Santos López; Antonio de Mesa; Leoncio Bescansa; Pedro Mariño; Ricardo Boán; Rafael González del Villar; Julio Galán. Ellos trasladarán sus bocetos en papel a las calles, diseñando edificios tan significativos con la Terraza, obra de López y Mesa, trasladada con posterioridad a Sada, al hacerse efectiva la construcción de la actual en los jardines del Relleno, obra también de Antonio de Mesa en 1920. El Kiosco Alfonso, singular trabajo de Rafael González del Villar fechado en 1912. 

Otras bellísimas muestras del modernismo coruñés son el chalet de la calle de Juan Florez, esquina a la calle de Ferrol de López y Boán; las escuelas Labaca, diseñadas por Bescansa en 1911. Los desaparecidos, palacete del Bosque de Bolonia en Riazor; el pabellón Lino, muy cerca del actual centro de ocio del puerto; la marquesina del parque del Sporting club, “El Leirón” en Juan Florez; el salón Marineda, en la calle Real, obra materializada, en 1917 por González del Villar, que fue propiedad de mis tíos Carmen y Remigio y que desgraciadamente desapareció en el año cuarenta y cinco para ser sustituido por un edificio de dudoso gusto propiedad del banco de Vizcaya y que en la actualidad lo ocupa la cafetería Veccio. 

Se llenan de casas modernistas las calles de Ferrol, Picavia, Juana de Vega, Fonseca, Plaza de Pontevedra, Payo Gómez, Plaza de Lugo, Compostela, Camino Nuevo. Acreedoras de admirar son, el número veintidós de la plaza de Lugo, que data de 1910, donde se refleja de forma admirable la flora gallega. El edificio de la calle Compostela número 8, diseñado por el asturiano, Julio Galán; la casa de los Salorio en la calle de Rubine esquina a la plaza de Pontevedra, realizada por López Hernández en 1912. El número 13 de la plaza de Lugo conocida como la casa Arambillet creada por Ricardo Boán y Antonio López también del año doce por orden expresa de la viuda de Zargüeta que era propietario de una fabrica de cerillas en la calle Castiñeiras y que está orlado por una gran guirnalda y rematado en lo alto por una enorme cara femenina. Un año más tarde en 1913 Antonio López firma la obra de la Casa Gradaille situada en el numero 6 del cantón pequeño esquina al callejón de San Blas y derribada en 1975. Dignas de mención son también la casa de los elefantes en la calle del Orzán, obra de Julio Galán; casa numerada con el 11 de la Plaza de Lugo, obra de Reboredo de larga construcción 1905-1930 y donde se pueden observar en la fachada, cisnes y juncos; vivienda número 11 de la calle de San Nicolás del cubano, Ricardo Boán construida en 1912. Las escuelas municipales construidas en 1906 en la calle del Orzán. La Casa del Sol situada en la esquina de la calle del Sol con la avda. Barrié de la Maza, frente a la playa del Orzán. Fue construida en 1903 para dar cabida a un centro médico. Otra obra maravillosa de Galán es el edificio de la avenida de Montoto esquina a María Barbeito, conocida como la casa Rei, con cerámicas vidriadas de inspiración mudéjar, vistosos balcones y una serie de caras de mujer bajo el voladizo que data de 1911; la casa Molina de 1915, realizada por Rafael González del Villar, con una fachada de guirnaldas y cintas colgantes; la casa de la fuente de San Andrés que albergaba hasta hace escaso tiempo el comercio La Base y con anterioridad el conocido ultramarinos Casa Cabanela; la casa marcada con el número 22 de la calle Real, obra al alimón de Galán y Mesa. 

La Iglesia de Santa Lucía de 1898, realizada Hernández Álvarez, imitando dos estilos, el neorrománico y el neo renacentista; El mercado Da Guarda en la Plaza de Lugo construido entre 1901 y 1910. Su estilo recuerda a la arquitectura industrial de finales del siglo XIX, con importancia del vidrio y del hierro en la construcción. Estaba decorado con mosaicos, mármoles y herrajes artísticos.la Iglesia de los Jesuitas, de Francisco Rabanal con su torre, de inspiración neogótica, de Leoncio Bescansa. Esta lució hasta los años setenta en que primero fue seccionada, afectada -según se dijo- por deficiencias estructurales , desapareciendo en 1992, entre una gran protesta ciudadana, al derribarse todo el conjunto del elegante templo. 


El ensanche continúa en crecimiento. Se vislumbran en el panorama urbanístico, las plazas de Galicia y de Vigo además de nuevas rúas como Federico Tapia, Fontán, Arzobispo Lago, Fernando González o Emilia Pardo Bazán. 

A partir de 1915 nuevos arquitectos sobresalen en el panorama artístico coruñés. Aparece un nuevo estilo, el Ecléctico, de gran monumentalidad, pero conservando muchos elementos del modernismo. Leoncio Bescansa diseña entre 1912 y 1915 las escuelas Labaca promovidas por los hermanos Ricardo y Ángela que nació como fundación benéfica haciendo juego con el actual centro oncológico también obra de Bescansa. En 1918, Eduardo Rodríguez Losada, construye la casa Cortés en la Plaza de Galicia, con una altura de veinticinco metros. Tres años más tarde, Mesa, sorprende con otro gran edificio, la Casa Tejero, en la plaza de Lugo con 26 metros de altura. Los años veinte nos dejarán, afortunadamente hasta nuestros días, varios destacados inmuebles. Antonio Tenreiro y Peregrín Estellés firman el Banco Pastor, -cuyos trabajos se inician en 1922- y la casa Barrié, en la plaza de Vigo, al año siguiente. Estas dos edificaciones, se escaparán hacia el cielo coruñés, con sus 38 y 35 metros, respectivamente, siendo el Edificio de la entidad financiera, durante unos años, -hasta la construcción del edificio central de la Telefónica, en la Gran Vía de Madrid-, el más alto de España. 

En 1923 se inauguró el Atlántic hotel un bellísimo edificio salido de la inspiración de Luciano Delage Villegas. Con sus tres cúpulas y sus dos amplias terrazas, resaltaba por su elegancia y distinción. Constaba de setenta habitaciones y un precioso vestíbulo. En él se alojaron notables personalidades del mundo de la política, militares, escritores y grandes artistas. Demolido en 1967 fue sustituido por un horrible edificio que en la actualidad alberga al Hotel y al Casino del Atlántico. 

En 1926 Leoncio Bescansa construye el “diente de oro” en la avenida de la Marina llamado así por su color amarillento y que rompe la unidad arquitectónica de las famosas galerías coruñesas. 

No puede terminarse este pequeño repaso al ecléptismo modernista en nuestra ciudad sin mencionar las sedes centrales del banco de la Coruña y Español de Crédito, en el Cantón Pequeño, salidas, una, de la inspiración de Leoncio Bescansa y la otra de Rodríguez Losada; el colegio Notarial de Rodríguez Losada; el Banco de España y el palacio de Justicia construido este en 1928 con planos del año 1908 de Julio Galán y Ricardo Boán. 

Calin Fernández Barallobre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.